Washington y Teherán, cada vez más distanciados
Robert Malley, enviado especial de Estados Unidos para Irán, dijo ante el Congreso que las perspectivas de reactivar el acuerdo nuclear con la República Islámica son “tenues, en el mejor de los casos”.
“No hemos alcanzado ningún acuerdo con los iraníes, y las perspectivas de alcanzar uno son tenues, en el mejor de los casos”, explicó.
Malley confirmó las palabras del primer ministro israelí, Naftali Bennett, quien aseguró en el día de ayer que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, mantendría a la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán en la lista de organizaciones terroristas extranjeras. Teherán ha exigido a Washington retirar a los CGRI de esta lista para avanzar hacia un acuerdo.
El funcionario señaló que este tipo de demandas por parte del régimen iraní van más allá del alcance del acuerdo nuclear original, y que para ser viables, las concesiones deberían ser recíprocas. Pero como Irán se ha negado a hacer esta clase de concesiones, Estados Unidos tampoco lo haría.
Frente a este estado de cosas, se cree que la administración Biden está evaluando un plan B para afrontar la amenaza del programa nuclear iraní. Sin embargo, pese a las presiones de senadores de ambos partidos, Malley evita hablar del asunto.
Malley se ha limitado a decir que Estados Unidos continuará negociando “mientras las ventajas de no proliferación del acuerdo valgan el levantamiento de sanciones que ofreceríamos”.
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