Riesgo de escalada en Medio Oriente
Las tensiones en Oriente Medio continúan escalando. El martes, milicias respaldadas por Irán lanzaron un segundo ataque en una semana contra objetivos estadounidenses en Siria. Este incidente ocurre en vísperas de las conversaciones de alto el fuego en Gaza, programadas para el jueves.
Los proyectiles, identificados como cohetes Katyusha y misiles de corto alcance de fabricación iraní, fueron disparados desde la orilla occidental del Éufrates hacia una base aérea estadounidense en el campo de gas de Deir Ezzor. Aunque no alcanzaron su objetivo, provocaron una respuesta de artillería de la coalición liderada por EE.UU.
El Pentágono reveló que ocho miembros del servicio estadounidense resultaron heridos la semana pasada en un ataque con drones, sufriendo lesiones cerebrales traumáticas e inhalación de humo. Tres de ellos ya han regresado al servicio.
A pesar de estos incidentes, la administración Biden se ha mostrado cautelosa en su respuesta, buscando reducir las tensiones en la región.
El presidente Biden expresó su confianza en que Irán se abstendrá de atacar a Israel, dependiendo del éxito de las negociaciones de alto el fuego en Gaza.
De forma simultánea, se ha reportado una escalada en la región de Deir Ezzor, donde fuerzas tribales respaldadas por Irán han atacado posiciones de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF).
Esta situación refleja los esfuerzos del régimen sirio y sus aliados iraníes por recuperar el control de territorios en manos de las SDF y otros grupos cercanos a las fuerzas estadounidenses.
Estados Unidos mantiene unos 900 soldados en Siria y 2.500 en Irak, con el objetivo de apoyar a las fuerzas locales y prevenir el resurgimiento del Estado Islámico, grupo que años atrás controló vastos territorios en la región.